Movimiento Feminista Nicaraguense

Entre el 25 y el 28 de Marzo más de 150 jóvenes se dieron cita en Vida Joven Jinotega, para compartir reflexiones y aprendizajes. El Encuentro denominado "Nuestros Cuerpos, Nuestros Derechos, Nuestas Ciudadanía" tuvo como objetivo juntar a jóvenes nicaragüenses de diversas procedencias geográficas y con identidades distintas, jóvenes indígenas, afro descendientes, personas con discapacidad, lesbianas, gays, bisexuales, trans, de zonas urbanas y rurales, organizadas y no organizadas, con el fin de abrir un espacio para reflexionar y debatir sobre la identidad juvenil en el ejercicio de ciudadanía desde el cuerpo.

¿Qué tienen que ver los derechos sexuales y derechos reproductivos con el ejercicio de ciudadanía? ¿Cómo pesan los fundamentalismos religiosos en la vida de la gente joven? ¿Qué es ser joven? Fueron estas algunas de las preguntas que rondaron en el ambiente del encuentro, permitiendo que las y los participantes se cuestionaran y discutieran sobre las posibles respuestas.

El encuentro, mediante una metodología variada, juntó actividades lúdicas, espacios de discusión y debate, momentos para disfrutar del placer, también espacios para reflexionar sobre experiencias personales marcadas por la violencia y la discriminación, momentos para disfrutar del arte y el contacto con la naturaleza, permitiendo que las personas participantes tuvieran la oportunidad de aprovechar cada ejercicio para trasladar la reflexión a la vida cotidiana.

Al final del encuentro quedaron reflexiones sobre lo fundamental que es, de cara al nacimiento y fortalecimiento del movimiento juvenil nicaragüense, que se profundice la reflexión en materia de derechos humanos en los ámbitos íntimos, personales, procurando desarrollar cambios a nivel individual, estos cambios serán la única ruta para poder desarrollar cambios sociales. No se puede hacer ciudadanía ni reclamar ciudadanía del cuerpo para afuera, tenemos que empezar por reclamar, exigir y ejercer derechos en nuestros propios cuerpos.

También se identificó la importancia de construir un pensamiento laico que nos permita fortalecer una conciencia ciudadana que reconozca, respete y garantice los derechos humanos.

El movimiento juvenil en Nicaragua no existe como tal, existen jóvenes organizadas/os, pero no existen puentes ni intereses comunes entre este sector que permitan consolidar esos lazos y echar adelante un movimiento capaz de hacer incidencia, que transforme esta realidad y que no se convierta en un espacio para repetir esquemas.

Desde La Corriente y el Colectivo Feminista Panteras Rosas fue satisfactorio saber que se hizo un enorme esfuerzo y que los resultados fueron exitosos, por ahora quedan muchos retos de cara al reconocimiento de los derechos sexuales y derechos reproductivos como condición necesaria para el ejercicio de una ciudadanía plena.