Movimiento Feminista Nicaraguense

Las organizaciones que integramos el Movimiento Feminista de Nicaragua deploramos los acontecimientos protagonizados por la clase política hondureña, incluyendo la destitución de José Manuel Zelaya,  presidente de la república y el apresamiento de la canciller Patricia Rodas.  

La pobreza creciente, la violencia generalizada, la discriminación contra las mujeres, el racismo, la crisis ambiental son problemas estructurales que no pueden ser abordados con medidas autoritarias ni populistas  como las que han ejercido  determinados poderes del Estado.  
De acuerdo con las reglas sustantivas de la democracia, las y los ciudadanos tenemos derecho a opinar en todos los asuntos públicos que nos conciernen. Es responsabilidad de todo  Estado democrático, fomentar mecanismos transparentes para llevar a cabo procesos de consulta necesarios para legitimar las políticas públicas.
El presente y el futuro de nuestras sociedades no pueden estar en dependencia, ni al servicio  de los intereses mezquinos  de unos cuantos caudillos que controlan las instituciones públicas.
La clase política hondureña y centroamericana debe aprender a respetar las reglas del juego que ellos mismos crearon para llegar al poder,  o promover cambios mediante procedimientos no solo legales, sino legítimos que respondan al más amplio consenso.
En nombre de nuestras ancestras, nuestras familias y nosotras mismas,  les exigimos  a los caudillos que se disputan el control del país, que respeten el derecho de las y los hondureños a vivir en paz y con dignidad.