| CARTA DEL MOVIMIENTO FEMINISTA A LA SOCIEDAD NICARAGÜENSE |
| Escrito por Movimiento Feminista de Nicaragua |
| Jueves, 28 de Mayo de 2009 16:52 |
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Este 28 de mayo las mujeres del mundo celebramos el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. Las feministas nicaragüenses compartimos nuestra preocupación por la débil protección por parte del Estado a la salud sexual y reproductiva de las mujeres, cuyas consecuencias principales se reflejan en altas tasas de embarazos en adolescentes, infecciones de transmisión sexual, feminización de la pandemia del VIH, cáncer en mujeres jóvenes y la muerte de mujeres por embarazos de riesgo.
Con la penalización del Aborto Terapéutico aprobada por la Asamblea Nacional en el 2006 y ratificada por el Presidente de la República a inicios del 2007, las mujeres en edad reproductiva y sobre todo las más pobres son obligadas a correr riesgos que van desde el deterioro de su salud, hasta la muerte misma, tal y como ha ocurrido en muchos casos. El aborto terapéutico es una indicación universal, contemplada por la ciencia médica para proteger la salud y la vida de las mujeres. Enfermedades como el cáncer, diabetes, leucemia, tuberculosis, rubéola, enfermedades renales severas, cardíacas, inmunológicas como el lupus y el VIH, pueden verse agravadas con el embarazo y por tanto requerir la interrupción del mismo. De igual manera ocurre cuando el producto en gestación tiene malformaciones congénitas incompatibles con la vida. La penalización del aborto terapéutico es consecuencia de la doble moral y el oportunismo de la clase política; así como, de la falta de respeto a los derechos humanos de las mujeres por parte de grupos conservadores que intervienen arbitrariamente en las políticas públicas relativas a la sexualidad y a la reproducción. La Corte Suprema de Justicia es el único poder del Estado que puede revertir esta decisión, restituyendo los derechos de las mujeres consagrados en la Constitución Política de la República. Las organizaciones feministas de Nicaragua continuaremos promoviendo embarazos deseados y seguros para todas las mujeres, como condición de una maternidad libremente elegida. Con la vida de las mujeres, no se juega.
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