Movimiento Feminista Nicaraguense

El 4 de noviembre en el auditorio de La Corriente Feminista, nos encontramos mujeres lesbianas, trans y feministas con la finalidad de dar seguimiento a reflexiones y debates sobre implicancias en la vida de las mujeres del recién aprobado Código de la Familia, la Inconstitucional Reglamentación a la Ley 779, así como aportes del feminismo al reconocimiento y empoderamiento de mujeres lesbianas y trans, todo ello en el Segundo Foro Nacional Orgullosas de ser Trans Lesbianas y Feministas, organizado por el Movimiento Feminista de Nicaragua (MFN).

Como panelistas, compartieron sus reflexiones, María Teresa Blandón, directora del Programa Feminista La Corriente, Juanita Urbina, activista trans y Tania Irias, activista lesbiana del grupo lésbico ARTEMISA.

María Teresa Blandón enfatizó que con el recién aprobado Código de la Familia, el gobierno pretende engañar en materia de derechos humanos como si las mujeres no tuvieran noción de sus derechos y de ciudadanía, se silencian las verdaderas necesidades de las mujeres en cuanto al derecho a decidir sobre sus cuerpos, obliga a proteger la vida desde la concepción, legaliza valores cristianos atentando contra la laicidad, establecen el amor como un mandato y no como un sentimiento, establece la familia tradicional compuesta por un hombre y una mujer desconociendo la diversidad de familias que en nuestra sociedad se forman, no incorpora el concepto de Violencia que la misma ley Integral contra la violencia hacia las mujeres-  779-  contempla, faculta legalmente  a los gabinetes de familia y vida como la primer instancia a recurrir cuando haya conflictos  familiares incluyendo la violencia, se convierten en  controladores de nuestras vidas; por eso y mucho más, expresó que este código es “una de cal y muchas de arena”.

María Teresa también resaltó que la Reglamentación a la 779 es una trampa del gobierno que busca presentar a Nicaragua como el país de América con menos índices de violencia contra las mujeres y de femicidios.

Juanita Urbina contó de los aportes que le ha dado el feminismo en su vivencia de mujer trans, destacando su reconocimiento y empoderamiento como un cuerpo del feminismo nicaragüense que demanda políticas públicas que no opriman las libertades y derechos de las mujeres trans, dado que son excluidas en materia de salud, seguridad ciudadana y social, y hay nulo reconocimiento legal a la identidad de género con la que ellas han decidido vivir. De igual forma, exhortó a reflexionar a lo interno de los grupos trans sobre agendas que respondan en concreto a sus necesidades y sobre el porqué algunos grupos han establecido una ruptura con el feminismo.

En su participación Tania Irias relató que como mujer lesbiana, el feminismo ha sido gratificante en su vida, desde el hecho de nombrarse hasta el visibilizar la diversidad de cuerpos, puesto que hay muchas formas de ser mujer y ser lesbiana, ideal que se han promovido en la campaña que desde el colectivo que integra están impulsando “del miedo al orgullo”.  La reflexión que les surge ahora es cómo se viven los derechos de ser lesbiana desde el interior ¿Qué implica reconocerse como mujeres lesbianas? Cuestionó y reflexionó también sobre la posición  de algunas compañeras en  asumirse feministas o de negar la historia de las feministas que nos antecedieron.

Luego de las intervenciones de las panelistas se generó un espacio de debate donde las participantes pudieron despejar dudas así como expresar comentarios sobre los temas presentados, para pasar a formar mesas de trabajo y reflexionar sobre vivencias particulares del feminismo desde la diversidad de cuerpos.

Al concluir las discusiones grupales se realizó una plenaria donde se comentaron otros aportes que también el feminismo ha dado a mujeres lesbianas y trans, como la coherencia entre el discurso y la práctica, asumiéndolo como un estilo de vida que invita a disfrutar la vida con libertad y a la vez, luchar contra lo que pretenda arrebatar esas libertades. Entre los retos identificados destaca el abrir espacios de diálogo entre feministas tomando en cuenta la diversidad de cuerpos, para construir poder colectivo que permita combatir juntas al tóxico patriarcado.