Movimiento Feminista Nicaraguense

Este 8 de marzo miles de mujeres en el mundo celebramos los logros alcanzados en el reconocimiento y disfrute de nuestros derechos. Más de cien años de historia feminista son la mejor evidencia de nuestra vocación ciudadana.
Ningún derecho nos ha sido regalado. Las mujeres nicaragüenses sin más título que nuestra dignidad, hemos resistido a las opresiones  que se  viven dentro de la familia y las que ejercen las instituciones públicas.

Las feministas reclamamos justicia e igualdad. Para nosotras es tan importante el derecho al empleo digno, como acabar con la violencia contra las mujeres; el derecho a la tierra, como la restitución del aborto terapéutico y el abordaje ético del aborto clandestino; el derecho a una vivienda digna, como la maternidad voluntaria; el derecho a la educación, como la libertad de organización y participación.

Las feministas estamos contra todos los abusos de poder. No creemos en  partidos políticos que se reparten las  instituciones públicas como si se tratara de bienes privados;  que manipulan las demandas de las y los pobres,  confundiendo derechos con regalías; que irrespetan la Constitución para avalar a los caudillos.

Las feministas queremos una verdadera democracia. Un Estado laico que no negocie con los jerarcas de las iglesias los derechos sexuales y reproductivos. Acabar con el monopolio de los partidos políticos en la formulación de las leyes. Funcionarios y funcionarias públicas que respeten las leyes y tengan honradez. Elecciones sin fraude. Sistemas tributarios que acaben con los privilegios de empresarios nacionales y extranjeros. Incremento real de presupuestos públicos para atender las necesidades de las y los pobres. Respeto a las  organizaciones ciudadanas y su derecho a controlar y criticar a todos los poderes del Estado.

Hacemos nuestras las demandas de las mujeres afrodescendientes e indígenas en su lucha contra el racismo y la discriminación racial; de las mujeres rurales en su reclamo de bienes de capital para salir de la pobreza; de las mujeres con discapacidad por el reconocimiento de sus necesidades específicas; de las lesbianas y bisexuales en el ejercicio de la libertad sexual; de las mujeres trans en su derecho a ser reconocidas como tales; de las ancianas en su derecho a una vida digna y de las jóvenes en su derecho a ser reconocidas como ciudadanas con plenos derechos.
Hacemos un reconocimiento a  todas las mujeres que aportan diariamente a la construcción de una sociedad verdaderamente democrática.